Kinder

Tema: Kinder Sáb Sep 04, 2010 6:09 am

Sinopsis

Un aula del kínder como todas. Con las paredes pintadas de armoniosos y vistosos colores que solían llamar la atención de los enormes ojos de los pequeños niños con casi tanta eficacia como los tantos juguetes que estaban perfectamente ordenados en sus respectivos lugares. Oh si, el día anterior el profesor Claude se había encargado de que todos los infantes dejaran todo perfectamente ordenado antes de enviarlos a la cama.

El profesor Claude solía imponer orden y perfección en todas las pequeñas mentes, o bueno, casi todas. Sebastián, por otro lado, era el preferido. El siempre sabía mantener el orden sin pasarse de estricto como el profesor William, que más bien intimidaba a las pequeñas criaturas.

Sin embargo, en un kínder pueden suceder más cosas que lo que ustedes piensan. Este no es un kínder cualquiera, este es el kínder. Los niños no son precisamente unos angelitos, mucho menos un trozo de cielo. Ellos son, en realidad, el desastre en persona.

Capítulo 1: La rutina diaria

— ¡Estírate más! ¡Un poco más!

— ¡Eso intento!

Dos niños estaban intentando mantener el equilibrio. Uno encima de los hombros del otro, tambaleándose y a punto de caer. Cuatro años. Cuatro años y ya van rumbo a la etiqueta “dolor de cabeza”. Esta edad es como cuando uno fabrica un nuevo objeto, y después de una serie de pruebas, es etiquetado en ciertas categorías y enviado al mercado. Lo malo aquí, es que ni a Sarai ni a Grell se les puede enviar al mercado, para desgracia de muchos.

— ¡Gree, apúrate! —Pronunció desesperada la pequeña de cabello violeta, que comenzaba a flaquear ante el peso de su querido amigo en los hombros.

Hay que ver lo bien que piensan estos dos, ¿La chica abajo y el chico arriba? ¡No señor! ¡Es al revés!

— ¡Espera Cherry! —Replicó el pelirrojo, con las gafas colgándole en el puente de la nariz, estirando un corto bracito hacia adelante. El tarro de galletas no estaba a su alcance, pero no podía dejar de intentarlo. Definitivamente ¡Quería esas galletas! — ¡No las alcanzo!

— Tal vez deberíamos dejar de hacer esto. Si Will margado nos ve, nos va a salmonear—Replicó la chica con las mejillas infladas y un deje de preocupación en la mirada.

— No te preocupes Sarai, no nos salmoneará si no lo sabe. ¡Ya casi las alcanzo! —Aseguró Grell a la vez que se inclinaba peligrosamente hacia adelante, haciendo que Sarai se doblara por consecuencia.

— ¡Eso duele! —Le replicó mientras hacia una mueca. —¡La próxima vez yo quiero estar arriba!

Y Grell la ignoró olímpicamente, que novedad.

— ¡Lo tengo! —Exclamó una vez que lo tuvo en sus manos, sin embargo, Sarai no aguantó más y comenzó a tambalearse. Grell se vino abajo con todo y tarro de galletas.

~Εscεηα~

— Seastián ¿Qué es caustobia? —La pequeña Nunë se paró con un enorme y pesado libro en brazos, abrazándolo en un intento de que no resbalara ni se perdiera la página que estaba leyendo, caminando torpemente a donde estaba el profesor.

Sebastián estaba dándole de comer a Ciel, que estaba cruzado de brazos en sus piernas y lo retaba con la mirada. Ese niño siempre hacia todo lo infantilmente posible por llevarle la contraria. El único pequeño que no quería al amado profesor.

Alzó la mirada y tomó el libro que la pequeña rubia le enseñaba. No dejaba de sorprenderse con lo que aquella niña hacía. Ella, al igual que Ciel, había aprendido a leer con apenas 3 años de edad. Claro, ambos eran considerados unos amargados. Lo increíble era que sin importar cuanto dulce comieran, estos nunca se ponían hiperactivos.

Leyó la línea que la niña señalaba y sonrió levemente.

—Es claustrofobia, Nunë—La corrigió. La niña asintió con la cabeza.

—Es lo que dije, Caustobia—Afirmó ladeando la cabeza. Sebastián no pudo reprimir una risa. Ciel lo observó amargado y con los bracitos cruzados en su pecho. A decir verdad, celoso de que le estuviera prestando atención a Nunë y no a el.

—Claustrofobia es…

— ¡Oh! ¡Yo se! ¡Yo se! —Exclamó emocionado Alois, no muy lejos de ahí, sentado junto con Flandre. Estaban construyendo una mini-ciudad con todo lo que encontraban a su paso. El niño se levantó sonriente.

Sebastián alzó una ceja y Alois ensanchó su sonrisa.

— ¡Claustrofobia es miedo a Santa Claus!

Sebastián se dio una palmada en la frente, completamente frustrado. Ciel y Nunë= algo, Alois=…OTRA COSA.

—No Alois, Claustrofobia es la fobia a espacios reducidos. En tu libro, Nunë, el protagonista es claustrofóbico ¿Entiendes? —Le explicó, devolviéndole el libro. La pequeña permaneció inexpresiva, pero claramente ya había comprendido. Asintió con la cabeza y volvió a sentarse en el suelo a leer. Mientras, Alois infló las mejillas y se sentó con Flandre a seguir jugando.

— ¡Kyuu! —Este ruido fue la desgracia para Sebastián. Se quitó de encima a Ciel e intentó correr. Pero no llegó a tiempo.

Flandre y Alois ya habían destruido todo. Ambos estaban sepultados bajo una montaña de juguetes que alguna vez fue la torre más alta del reloj.

— ¡Oye tengo hambre! —Replicó el pequeño Phantomhive, dando un pisotón al suelo. Sebastián notó su berrinche y sonrió levemente, mientras comenzaba a apartar los juguetes de encima de los infantes. Apenas estuvieron libres, Flandre y Alois se abrazaron para luego reír a carcajadas.

— ¡Otra vez! ¡Otra vez!

— No no, otra vez no, pronto vendrá Claude y tendrán que hacer sus ejercicios de ortografía—Les recordó Sebastián, desanimando levemente a ambos niños. —Ahora recojan. Cuando terminen la tarea, podrán jugar de nuevo.

Ambos asintieron con la cabeza sonriendo de nuevo, para luego agacharse y comenzar a recoger cantando una cancioncita de limpiar que les había enseñado Sebastián en una ocasión.

El maestro se volteó hacia Ciel, quien claramente estaba enfadado por la falta de atención. El niño infló las mejillas y estiró los brazos, pidiendo ser aupado. El moreno sonrió de nuevo y lo cargó, para luego llevarlo al sofá anterior y continuar dándole de comer. Esta vez, Ciel no se resistió, pues su estómago exigía a gritos algo para saciarse.

~Εscεηα~

—A ved a ved, quiero saber si entendí bien. Pluplu y Hiro tienen el cabello blanco por que les cayó un balde de pintura encima? —La pequeña Alice estaba meciéndose en sus talones, mirando risueña a Hiro y a Pluto, quienes lucían cansados de repetir tantas veces lo mismo.

—Que la cigüeña nos trajo así—Le explicó Hiro tímidamente. Por otro lado, Pluto mordisqueaba un juguete, ya que sus colmillos exigían estimulo para crecer fuertes.

—Pero antes de que la cigüeña los entregará les cayo un balde de pintura? —Preguntó divertida Alice, comenzando a saltar alrededor de ambos chicos.

— ¡Que no! —Se quejó Hiro, al borde de la rabieta. Pluto se sentó y observó la escena, rascándose detrás de la oreja con una mano.

Alice se aburrió se molestar a los pobres y decidió que era hora de hacer otra cosa. Comenzó a mecerse en sus talones de nuevo observando a su alrededor. Entonces dio con su próxima presa: Evan.

— ¡Edaaaaaaaaaan! —Gritó a la vez que se tiraba encima del pobre niño, aplastándolo, sin darle oportunidad de escapar. El pequeño comenzó a retorcerse. — ¿Haz visto a Quioda?

—No lo he visto. ¡Déjame por favor Alice-chan! —Rogó el niño, moviéndose como pez fuera del agua. — ¿Ya buscaste en la biboteca? —Le sugirió, ya que este solía pasar la mayoría de su tiempo ahí.

— ¡Buena idea! —Afirmó Alice sonriendo, para luego correr hiperactivamente hacia la biblioteca. Ulquiorra era un amargado, y por eso era que se divertía molestándolo. Le gustaba mencionar que Grimmjow era mejor que él y muchas otras cosas. Era su manera de entretenerse día a día.

Llegó sin demora a la biblioteca, lanzándose encima de la primera persona que apareció frente a ella. Mala idea: Se equivoco de “Quioda”

— ¡¿Alice-chan?! —Inquirió una suave y tímida voz. Alice abrió los ojos y una sonrisa se curvó en sus labios.

— ¡Tsuaki! —Gritó emocionada, logrando que la pequeña Tsubaki se llevara un dedo a la boca y dijera: shhh. Alice la imitó sonriendo.

—Sera mejor que hagas silencio. Uquioda no está de buen humor hoy—Le explicó volteando hacia un lado. Como siempre, Ulquiorra estaba sentado en su silla preferida leyendo un grueso libro. Sus cejas estaban inusualmente quebradas hacia su nariz, indicando que estaba: O muy concentrado, O muy enojado, O que le habían ganado las ganas de ir al baño.

Alice rió frenéticamente ante esa última posibilidad.

—Mmjow lo molestooo~—Canturreó Alice, dando saltitos alrededor de Tsubaki.

— ¿Pueden hace silencio poh favor? —Suplicó otra vocecita. Una vocecita que Alice conocía bien: Eileen.

— ¡Eieen! —Le saludó con un abrazo. Ella era una gran amiga de Ciel, y Ciel era como un hermanito para Alice. Así que Alice era muy cercana a ella.

Estaban a punto de continuar su feliz rutina diaria —Por que no era la primera vez que sucedían esas cosas— Cuando algo rompió la normalidad.

— ¡¡Quiero que todos vengan al salón principal ahora mismo!!

Tema: Re: Kinder Sáb Sep 04, 2010 6:15 am

ANNNETT ME ENCAAANTO

Pobre Sebas le hablan aqui y le habla halla pobre de Gree y Sarai estaran en problemas cuando los vean.

Conti si pliiiiis!!!!!!!!!!

Tema: Re: Kinder Sáb Sep 04, 2010 6:17 am

Kyaaaaaaaaaaaaaaaaaa Anne !! mi querer contiiiiiiiiiiiiiiii x3

Lo ame dios mio!!!

Lo ame

Ciel: yo no soy asi

Alice: Quioda! Quioda!

Evan: ¿Ese golpe dolio?

Tema: Re: Kinder Sáb Sep 04, 2010 6:24 am

Anneee!!!

MORÍ con el fic!

Me lolearia en el piso pero no puedo porque estoy de ilegal y me descubrirían D: (?)

En fin, mi parte favorita fue la de "¡Claustrofobia es miedo a Santa Claus!" xDDDD

En esa parte no sabía cuanto rato me aguantaría la risa xD

Por último, el ¡Kyuu! hace furor en los fics xDDDD (?)

Ok, ahora tengo 2 contis que esperar antes del cap 3 de HA -w-

:123456:

Tema: Re: Kinder Sáb Sep 04, 2010 10:05 am

me a encantado! sigelo,espero la conti como tu buen perrito guardian LOL
:123456:

Tema: Re: Kinder Lun Sep 06, 2010 3:50 am

Kyaaaaaaaa ann
tu fic esta hermoso
me imagine a todos bn peques
waaa que lindura!!! *w*
pero claude profesor D:
pobres niños ;O;
jajajaj apero bueno solo espero lo saquen de quisio
ajajajajaj XDDD
muy bueno!!

Tema: Re: Kinder Jue Sep 09, 2010 11:22 pm

Me encantó tu Fick Anne! >3<
Hiro: Me cayó una balde de pintura? D:
Ches: No Hiro, no... =.=U
Hiro: ^^U
Quiero la continuación! XDDDDDDDDD

Tema: Re: Kinder Sáb Oct 09, 2010 8:27 pm

Capítulo 2: El problema, los que sufren las consecuencias.

La pequeña aula estaba repleta de murmullos y ruido, más del habitual. Y esto se debía a que esta vez TODOS los pequeños del lugar se encontraban ahí reunidos. ¿Por qué? Por qué William necesitaba, como siempre, darles un buen sermón. Todos lo sabían. Pero lo inquietante en ese momento era: ¿Quién había hecho algo malo?

Era el tema de plática que todos tenían. Cherry y Grell no estaban, por lo que probablemente estaban hurtando las galletas. Pero no sería la primera vez que lo hacían, entonces, ¿Qué podría ser por lo que William los mandó a llamar?

Sebastián y Claude se dedicaban a asegurarse de que ninguno de los niños escapara. Alois, como siempre, estaba aferrado a la pierna de Claude. Este permanecía serio y sin expresión alguna, pero lanzando miradas furtivas al pequeño Ciel, que se restregaba los ojitos con cansancio.

—Fue mala idea llamarlos a la hora de la siesta—Habló de pronto Sebastián, notando que poco a poco los niños iban decayendo del sueño. Pequeños bostezos inundaron la habitación. Pareciera que los niños pequeños están programados para todo a cierta hora. —Deberías dejar a Alois con los demás antes de que se duerma por completo, o William se enfadará—Le advirtió antes de levantarse para comenzar a rondar por el montón de niños, aplaudiendo con fuerza para despabilarlos. Estos bostezaron y se estiraron entre gemidos y remilgos.

Ciel en especial comenzó a dar manotazos a la gente de su alrededor —Hiro, Flandre y Alice— para que estos hicieran “algo” por detener a Sebastián y que lo dejaran dormir. Sin embargo los pobres estaban igual de cansados, recargados unos encima de los otros. Sebastián rió y tomó a Ciel por las axilas, alzándolo y logrando que este se despertara para comenzar a gritar que lo soltara.

— Eso está mal Ciel. Golpear a tus compañeros puede conllevarte a un castigo—Le reprendió sonriendo mientras que lo volvía a soltar. Este se cruzó de brazos sobre el pecho e infló las mejillas de nuevo, indignado. —Oh, no me veas con esa cara…

Claude por otro lado se dedicaba a observar con…con… ¿Celos? A Sebastián con Ciel. Había empujado al pobre Alois hacia atrás, haciendo que el niño perdiera el equilibrio y cayera de espaldas. Pero el no se preocupó en lo absoluto por ver si se encontraba bien, si no que se levantó y fue a donde Sebastián para decirle que regresara a su lugar.

Mientras tanto, Alois se aguantaba el llanto sobándose la cabecita. No era la primera vez que Claude lo trataba así, pero el estaba seguro de que lo quería. Estaba más que seguro…Claude lo mimaba, así que el lo quería ¿No era así?

La pequeña Flandre se levantó y caminó tambaleante hasta donde estaba Alois para luego abrazarlo. Al instante, Akane, una de las más grandes del grupo y que estaba encariñada con Alois, también se levantó y fue a consolarlo.

Ulquiorra estaba siendo “acosado” por Alice, que se encontraba contando cada chiste sin sentido que se sabía, abrazada firmemente a el, riendo frenéticamente a cada chiste que decía.

—Y entonces el pato dijo que…que tenía sed—Y comenzó a reír de nuevo. Ulquiorra estaba ya sufriendo del exceso de cariño de su amiga. Por otro lado, Grimmjow lo observaba de lejos riendo burlonamente.

— Arice, Gmmjow nos esta viendo—Replicó en voz bajita el niño, señalando a Grimmjow con un dedo acusador y con las mejillas levemente infladas infantilmente. Su mirada denotaba un claro cansancio a diferencia de la mirada hiperactiva de Alice.

— ¡No impota! Debe de estad celozo por que estás con la Glan Alice! —Afirmó la pequeña, dándole una no muy suave palmada afectuosa en la espalda a Ulquiorra. Este apenas reaccionó con un leve tic en la ceja mientras tosía.

Por otro lado, un grupito de curiosos se había reunido alrededor de Sebastián después de ver que alzaba a Ciel, alzando los bracitos y pidiendo ser aupados también para que les hiciera avioncito. El mayor sonrió y comenzó a tomarlos, uno por uno, para darles vueltas en el aire.

Ciel, de nuevo, observaba indignado a Sebastián tomar a un sollozante Alois en brazos para darle una doble vuelta en el aire. El rubio comenzó a aplaudir y reír ya alegre, para luego soltar un pequeño bostezo y restregarse los ojos.

Ciel estuvo a punto de saltar en contra de Sebastián para replicarle la falta de atención. Pero entonces, cuando la enorme puerta de la habitación rechinó al abrirse, todos se tensaron y observaron hacia el frente. El silencio reinó la habitación, ya que probablemente William había entrado en ella.

Pero lo que había entrado era algo MUY distinto. Algo que NADIE se esperaba.

Sarai fue la primera en entrar, abrazando un montón de galletas en sus brazos. Enseguida todos comenzaron a rodearla para pedir que les invitara. Esta, como buena niña que siempre era, les compartió a todos. Ahora, lo perturbador no era eso, si no que era OTRA cosa.

Seguido de Cherry, entró Grell. Y no estaba NADA normal. Todos se reunieron alrededor de el con una gotita en la cabeza, observando expectantes.

Grell llevaba abultada su habitual chaqueta de siempre, con una enorme sonrisa en el rostro y un ligero sonrojo de emoción en las mejillas. Absolutamente todos los niños observaban curiosos, esperando a ver que emergería de sus ropas

—¡Soy Mamá!

Todos se quedaron en silencio. No comprendiendo absolutamente nada. Algunos, que sabían que los bebés venían del estómago de las Mamás, abrieron la boca sorprendidos.

— Tu no puedes ser Mamá—Incriminó Nunë haciendo un puchero y señalándolo acusadoramente. —Solo las Mujeres pueden ser Mamás.

— ¿Y que tiene eso? —Grell de cruzó de brazos y se preparó para iniciar un berrinche. Sin embargo la pequeña discusión fue interrumpida por la voz que todos temían escuchar.

— Quiero que absolutamente todos tomen asiento en este preciso instante—Se escuchó una gélida voz que hizo que todos los pequeños se estremecieran, a excepción de Nunë, quien volteó a ver ilusionada hacia arriba con una pequeña sonrisita en el rostro. Grell se quedó tan estupefacto que incluso la mantita que llevaba enrollada en su estómago fue a parar al suelo. —1…2…

Cuando William comenzó a contar, absolutamente todos corrieron a hacer una fila perfectamente ordenada y a sentarse en sus respectivos lugares, cuando William comenzaba a contar significaba que no se avecinaba nada bueno. Bien sabían que si el llegaba al 3, el que no obedeciera sería severamente castigado.

Sebastián y Claude se levantaron y también se sentaron en dos sillas, justo a un lado de William. El profesor se aseguró con la mirada de que todos los niños estaban perfectamente alineados y se acomodó las gafas, para luego sentarse en su lugar. La severidad y el enojo adornaban su rostro.

Los niños se acojonaron ante su mirada, y muchos se abrazaron entre sí. Algo andaba muy, muy mal. Y eso significaba que podían ser castigados pronto.

—Supongo que ustedes sabrán por qué los he citado esta mañana en este salón—Los pequeños se observaron entre sí, negando con la cabeza tímidamente. —¿No?...¡Pues más les vale enterarse y que el culpable salga ahora mismo!

El grito hizo que los niños se quedaran en estado de shock. Todos observaban asustados a William, completamente estupefactos. Finalmente, el salón se llenó de llantos de lamento.

Infinidad de lágrimas recorrían los rostros de los pequeños, que siempre solían llorar al ser regañados por William. Sebastián y Claude se pusieron enseguida a tomarlos en brazos y a mecerlos para calmarlos, haciendo algunas muecas y permitiéndoles jugar con sus cabellos y sus lentes. Finalmente, el llanto fue convirtiéndose en débiles sollozos.

Ciel, Ulquiorra, Eileen, Nunë, Grimmjow y Olivier habían sido los únicos que no habían llorado, y aún así, estaban cabizbajos jugando con sus dedos. No tenían idea de que habían hecho, pero ahora de seguro afrontarían las consecuencias.

— Quiero que salga el culpable ahora mismo. ¿QUIÉN FUE EL GRACIOSO? —William estaba 100% seguro de que los niños sabían de qué hablaba, pero en realidad, estos estaban demasiado asustados como para saberlo. —

Tema: Re: Kinder Sáb Oct 09, 2010 8:37 pm

KYAAAAAAAAA!!!!

Annee!!

no se como explicar cuanto amo este fic!

y me lolee como no tienes idea con ver al pobre Udqui "acosado" por Alice y a Grell demostrando su "sabiduría" sobre de donde vienen los bebés xDDDD

Mi espera conti~

Tema: Re: Kinder Sáb Oct 09, 2010 8:44 pm

Me reí mucho Anne!!! XDDDDDD
Grell y sus tonterías me matan! XDDDDD
Que habrá pasado?... A que se referirá Will? o3o
Conti-Conti... O sino te sacaré con una orda furiosa del pueblo (???)... OK, eso ultimo no... ^^U

Tema: Re: Kinder Sáb Oct 09, 2010 8:45 pm

waaaaaaaaaaa mis niños hermosos y Ciel no fueron

Ciel: hey!

bueno bueno, mis niñitos no fueron, sea lo que sea que ayan hecho ;________;

quiero contiiiiiiiiiiiiii

muy buena Anne-chan

Alice: yo no soy ninguna acosadora! *abrazada a Evan*

Evan: (salvenme por favoooooooor)

Tema: Re: Kinder Dom Oct 10, 2010 10:27 pm

hai oma que rica la historia!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! XDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD

dios,quiero ver eso en el anime!!!! XDDDDDDDD

que kawaii,claude tiene celos,celosooooo~~

señorita flandre,cuidado con claude

*le coge en brazos y se la lleva a otro lugar*

ok no XDDDDD conti conti,que will me da miedo,pero quiero saber que pasara