Callejón [En Mision]

Callejón

La niña llegó corriendo con su característica velocidad vampírica al lugar a penas se enteró de la Misión. Había salido del restaurante sin siquiera excusarse ni mucho menos, pero con una intrigante palabra rondándole por la cabeza. "Amiga" ¿Que era eso? No lo había escuchado antes...

Al llegar se encontró con un chico, hablando solo. Siguió con su mirada inexpresiva y se acercó a el, parándose frente al chico y ladeó la cabeza a modo de confusión, pero sin demostrar emoción alguna.

-¿Por que hablas solo?-Inquirió, con su matiz de voz de siempre. Suave y aterciopelado, pero neutral. Una vocecita que no iba demasiado bien con su semblante, un poco demasiado dulce para lo que demostraba ser.

Nunë observó la mano que Kasumi le tendía algo confundida. Supuso que debía estrecharla, así que lo hizo, moviendo la mano de arriba hacia abajo varias veces. Hizo esto durante varios minutos, hasta que el se presentó y preguntó por su nombre.

Lunette seguía estrechándole la mano, de arriba hacia abajo, sin saber en que momento debía soltarlo.

-Mi nombre es Lunette Jokergrace, pero me gusta que me digan Nunë.-Se presentó, aún sin soltar la mano del otro. -¿Donde comenzamos la Misión Kasumi Hiroshi?-Inquirió, aún estrechandole la mano.

Lunette siguió estrechando la mano de Hiro, cuando notó que este se daba vuelta y observaba a un gato detrás de ellos. El gato era negro.

Nunë frunció el ceño y continuó estrechando la mano de Hiro. Pero de pronto su nariz captó un peculiar aroma.

Comenzó a olfatear el lugar, el aroma provenía del gato. Ese aroma era...era...

"Meow" "Meow"

De pronto un gato más apareció, con la misma mirada maliciosa que el otro. El olor se hizo aún mas fuerte. Llegaron otros dos gatos, seguidos de otros dos. Rodearon a ambos shinigamis maullando con fuerza.

En unos segundos estaban rodeados por 6 gatos.

-Son Demonios-Afirmó la vampira, aún sin soltar la mano de Hiro. Caminó hacia atrás, mientras que los gatos los arrinconaban cada vez más.

Lunette notó que había un demonio a su lado. Su compañero le tiró una daga, pero el demonio la tomó en su mano con mucha facilidad, y se dispuso a devolverla.

La niña dió una patada al demonio, este salió volando y se golpeó contra la pared. La sangre de demonio que anteriormente había tomado le había dado mucha fuerza. Pero no iba a estar bien cuando llegara el decaimiento.

El demonio se incorporó y volvió a tomar su forma felina. Nos siseó amenazadorament y luego todos los gatos se fueron del lugar, habían huido.

-Debemos encontrarlos de nuevo antes de que causen mas estragos

-Deberíamos irnos a buscarlos-Afirmó, siguiendo estrechando la mano de Hiro. Comenzaba a cansarse de estrecharla, infló levemente las mejillas. -¿Cuando podemos dejar de saludarnos?-Inquirió.

Alzó la cabeza, la luna indicaba que faltaban aún varios dias para una noche de luna nueva. Esto la hizo hacer un pequeño puchero, pero manteniendose inexpresiva.

Lunette asintió con la cabeza.

-Por el parque ronda mas gente. Es el lugar perfecto para un demonio-Afirmó tomando la mano de Hiro. -Vamos, rápido

Y dicho esto, salió disparada a máxima velocidad con Hiro tomado de la mano, sin considerar si en realidad el otro shinigami podría seguirle el paso o si lo tendría volando como cometa tras ella.

-Los vampiros estamos dotados de una fuerza y velocidad suficiente para poder atrapar a nuestra presa éxitosamente-Respondió la vampira, de una manera que bien podría definirse como tétrica.

Volteó a ver a todo el lugar. No había nada ni nadie. Que extraño, a esa hora el parque estaba siempre lleno.

-Parece que tendremos que ir a buscar a otro la-

De pronto comenzó a sentir un olor en el aire, comenzó a correr y llegó hasta un arbol persiguiendo el aroma. Con cuidado acechó atrás del árbol.

-Kasumi Hiroshi. Hay un niño-Dijo, observando al pequeño que no pasaba de los 10 años cubrirse con los brazos mientras temblaba, metido en un pequeño hueco que había en el tronco del arbol, protegiendose de algo invisible.

Nunë continuó olfateando el aire. Algo no andaba bien con ese niño.

-Ellos vinieron y...y...llevaron yo no-Murmuraba el niño mientras estiró una mano hacia Hiro. -Ayúdeme por favor

Lunette seguía rondando por el lugar, por alguna razón, sentía que había algo que no andaba bien. Aunque no lograba encontrar que es lo que estaba mal.

Se voltéo hacia el niño y Kasumi. ¿Podría ser que...

-Aléjate de ese niño-Advirtió la pequeña sin alterar su expresión en ningún momento. Se puso en posición de defensa. -Es el disfraz de un demonio-Aseguró mientras que el niño comenzaba a llorar.

-¡Por favor Ayudenme! ¡Ayudenme! ¡Tengo miedo!

-¿Mas miedo del que planeas causarnos?-Lunette le dedicaba una frivola mirada aquel niño, a la vez que miraba a Hiro.

El niño repentinamente se levanto de su lugar y sonrió tétricamente.

-¿No me vas a ayudar?-Inquirió con una voz tenebrosa y grave, totalmente diferente a la anterior.

Lunette abrió en inmensidad los ojos, pateó el arbol y lo dejó caer encima del niño a la vez que se alejaba del lugar. El niño esquivó el arbol y nos siseó amenazadoramente.

-Mocosos-Rugió antes de lanzarse contra Hiro.

Lunette, al notar que el demonio sangraba justo delante de él, tuvo que taparse la nariz po el olor de la sangre. Tuvo que tirarse al suelo y tomarse la cabeza para controlar sus instintos. Ahí estaba el mal de haber tomado sangre de demonio, era adictiva, como una droga que te podía destruir. Si Lunette tomaba más sangre de demonio, no podría controlarse y moriría de un ataque cardiaco.

-K-asumi Hiroshi...a-aléjalo-Le dijo mientras se hacía un ovillo en el suelo. Tenía que contener la tentación, no podía beber mas sangre de demonio.

-Es la sangre de demonio. Es como una droga para nosotros los vampiros, una adicción-Dijo casi mecánicamente la niña, con su inexpresividad característica de nuevo, como si nunca hubiera pasado por lo anterior. -Yo ya he probado la sangre de demonio hace poco. Si vuelvo a tomarla pronto, probablemente no podré detenerme y moriré corrupta por el mal de esa sangre en mi organismo dotandome de demasiada energía. Muy probablemente, de un paro cardiaco-Le informó mientras observaba a su alrededor, aún en brazos de aquel chico.

-Kasumi Hiroshi, debemos atrapar a todos los demo-...

Pero la chica no pudo continuar, de pronto sintió un bajón de energía. Sus extremidades se relajaron y su cabeza comenzó a dolerle a horrores.

-El efecto...de la sangre-Fue lo único que logró murmurar antes de caer inconsciente y dejar que su cabeza recayera hacia atrás, con los ojos cerrados. Aún sostenida por hiro.